Negro grafiteado con manganeso mate, o sea, negro sobre negro. Me siento contenta porque dos ollitas mías salieron bien, se lograron sin quebrarse. En esta ocasión yo fui la más afortunada porque las ollas de Tere y de Nat desgraciadamente sí se rompieron en el cocimiento. De hecho, la de Tere ya se había «ido» «como hilo de media» como lo describió Natziheli. De todas maneras se lograron salvar porque las «imperfecciones» quedaron en lugares ocultos. Iré publicando algunas fotos de esta quema estilo Mata Ortiz. Hoy participamos el Maestro Eusebio Ortega Moreno, la Arquitecta Teresa Cervantes Díaz de Izaguirre, la Profesora Natziheli Tarín de Castellanos y una servidora, la Westrup Sada de Cancún.
Hace como tres días estaba yo pintando una preciosa pieza de barro blanco, tal vez mi favorita, y comencé a sentir más dominio del pincel, más fluidez y seguridad en mis trazos. Me concentré y entré en un estado casi hipnótico, tomando un ritmo muy especial al estar pintando, al sentir que el pincel me obedecía pero al mismo tiempo que él me llevaba a mí, como tomada de la mano. En un accidente, mi obra de arte se me cayó y se hizo pedacitos… Mi reacción me sorprendió: Sentí que no importaba tanto porque ahora podría hacerla de nuevo… y seguramente mejor. Porque ya me di permiso de ser una ceramista. Sin miedo. So be it!